El tiempo, la falta de apoyo... Pequeñas cosas que aún sin quererlo pueden llevarnos a una oscuridad, la desesperanza. No, no es cierto. La esperanza es algo que aún cuando todo parece negro te ilumina, aunque sea débilmente. Pero ahí esta. Esperando el momento de iluminarlo todo o simplemente desaparecer.
Yo he tenido suerte. Tengo que reconocer que a pesar de que creía que no sucedería, al final, si que lo hizo. Ahora estoy feliz, me he quitado un peso de encima. Uno nuevo ha sustituido al anterior, pero de buen grado aguantare este nuevo peso que para mi es más agradable. Ahora toca comenzar de nuevo. Un pasito, dos pasitos, tres pasitos... Como los niños pequeños tengo que aprender a equilibrar mi nueva situación.
Ahora es mi momento. Voy a demostrar lo que valgo.
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Quizás principios sin sentido para vosotros. Es posible que os preguntéis el porque de estos extraños comienzos en las entradas. Me gusta empezar los post de esta forma tan “literaria”, contar pequeñas cosas de mi vida como si de un libro se tratase. Es bonito.
Y aquí estoy, una semana sin aparecer pero con motivos para ello. No voy a aburriros más.
- Unos ya lo habréis visto, otros no... Pero aquellos que me leéis desde el principio todas y cada una de las noticias sobre este libro.
Ale, disfrutad de la sobrecubierta.
Lo único de lo que podremos disfrutar hasta que podamos devorar cada una de sus palabras.
- Para saber más puedes cotillear en:
Mañana...algo nuevo o viejo.
Saludos,Ani.
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